Nuestro saludo a todas las Obstetrices y Obstetras de todos los establecimientos de salud de UE 402 Salud Palpa Nazca por celebrar el Día Mundial de la Obstetriz el 31 de agosto de cada año.En un mundo globalizado donde la ciencia y la tecnología van de la mano las Obstetrices y Obstetras saben que el ser humano es un ente bio-psico social y que la atención al triangulo madre, niño y familia debe ser siempre con calidad y calidez, ya que su vocación es compartir las debilidades, amenazas y oportunidades de la mujer, especialmente de aquella que no está educada e informada y hacer de ella una verdadera formadora y forjadora de seres humanos productivos y competitivos como la sociedad actual lo exige.
Por ello nuestro reconocimiento y felicitación a todas las Obstetrices y Obstetras que trabajan en la UE 402 Salud Palpa Nazca, pues su aporte es grandioso y contribuyen día a día con su accionar a solucionar los problemas de la salud reproductiva y disminuyendo de esta manera la mortalidad materna:
Mery Rosa PALOMINO MELENDEZ
Carlos Marcial SILVA CARBAJAL
Juana Nely TELLO TORRES
Graciela QUINTEROS CONTRERAS
Vilma Reynalda EVANAN QUISPE
Raul ESPINOZA GUILLEN
Bertha Rosa PAITAN DE QUISPE
Susy Roxana ZAMBRANO PRIETO
Boris Antonio SULCA LAGOS
Luz CALLE LOPEZ
Kathie CANALES PALOMINO
Victoria INCALUQUE SUCA
Alfredo CANGANA GUTIERREZ
Soledad Carmen SOTELO GONZALES
Consuelo Rosario GRADOS CHIVILCHES
Delfina Maritza CARDENAS GOMEZ
Alejandra Margarita MENDEZ DIPAZ
Norma Deiza PACHAS BENDEZU
Alfredo CANGANA GUTIERREZ
Soledad Carmen SOTELO GONZALES
Consuelo Rosario GRADOS CHIVILCHES
Delfina Maritza CARDENAS GOMEZ
Alejandra Margarita MENDEZ DIPAZ
Norma Deiza PACHAS BENDEZU
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10 de marzo de 2008
elcomercio.com.pe
HUÁNUCO
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HUÁNUCO
SALVÓ DOS VIDAS AL MISMO TIEMPO
La obstetriz que se convirtió en heroína
En destaque
Los verdaderos gestos heroicos se realizan en silencio. Yvone Yardemy Arriaga Castañeda (33) es una obstetriz que trabaja en el centro de salud de Acomayo, en el distrito de Chinchao (Huánuco), en medio de madres gestantes rodeadas de carencias.
En uno de sus recorridos por la sierra huanuqueña conoció a Jovita Jara Beraún (20), una joven con discapacidad mental, que además nació sin piernas, y que llevaba cuatro meses de gestación. Jovita vive en Vervenapampa, una remota localidad ubicada a 15 kilómetros de Acomayo, que ni siquiera cuenta con una carretera de acceso.
Yvone sabía que dos vidas (la de Jovita y la de su hija en camino) estaban en sus manos, y que tenía que librar dos batallas al mismo tiempo. La primera era contra el tiempo: por no tener extremidades, la madre gestante tenía que ser sometida necesariamente a una cesárea para evitar complicaciones durante el parto.
Pero ahí se inició otra batalla: los padres de Jovita, por costumbres de su comunidad, no aceptaban que la joven fuera llevada a otra localidad para ser operada porque ella formaba parte del círculo laboral de la familia.
Pero Yvone insistió y no se cansó de visitar el poblado, caminando varias horas a través de terrenos pedregosos, para convencer a los padres de Jovita para que la llevaran a un puesto de salud, donde pudieran operarla. Hasta que lo consiguió.
Poco antes del alumbramiento, el padre de la joven entendió que la vida de su hija -y de su nieta- dependía de la decisión que tomara, así que la cargó sobre sus hombros y caminó, al lado de la esforzada obstetriz, hasta Acomayo, donde nació la niña. La llamaron Noemí.
Gracias a Yvone, Noemí y su madre cuentan con un seguro integral de salud. Las compañeras de Yvone, que saben todo lo que vivió cumpliendo su trabajo, la inscribieron en el concurso organizado por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mindes) como parte del Día Internacional de la Mujer, en la categoría Heroicidad: y ganó.
La obstetriz que se convirtió en heroína
En destaque
Los verdaderos gestos heroicos se realizan en silencio. Yvone Yardemy Arriaga Castañeda (33) es una obstetriz que trabaja en el centro de salud de Acomayo, en el distrito de Chinchao (Huánuco), en medio de madres gestantes rodeadas de carencias.
En uno de sus recorridos por la sierra huanuqueña conoció a Jovita Jara Beraún (20), una joven con discapacidad mental, que además nació sin piernas, y que llevaba cuatro meses de gestación. Jovita vive en Vervenapampa, una remota localidad ubicada a 15 kilómetros de Acomayo, que ni siquiera cuenta con una carretera de acceso.
Yvone sabía que dos vidas (la de Jovita y la de su hija en camino) estaban en sus manos, y que tenía que librar dos batallas al mismo tiempo. La primera era contra el tiempo: por no tener extremidades, la madre gestante tenía que ser sometida necesariamente a una cesárea para evitar complicaciones durante el parto.
Pero ahí se inició otra batalla: los padres de Jovita, por costumbres de su comunidad, no aceptaban que la joven fuera llevada a otra localidad para ser operada porque ella formaba parte del círculo laboral de la familia.
Pero Yvone insistió y no se cansó de visitar el poblado, caminando varias horas a través de terrenos pedregosos, para convencer a los padres de Jovita para que la llevaran a un puesto de salud, donde pudieran operarla. Hasta que lo consiguió.
Poco antes del alumbramiento, el padre de la joven entendió que la vida de su hija -y de su nieta- dependía de la decisión que tomara, así que la cargó sobre sus hombros y caminó, al lado de la esforzada obstetriz, hasta Acomayo, donde nació la niña. La llamaron Noemí.
Gracias a Yvone, Noemí y su madre cuentan con un seguro integral de salud. Las compañeras de Yvone, que saben todo lo que vivió cumpliendo su trabajo, la inscribieron en el concurso organizado por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mindes) como parte del Día Internacional de la Mujer, en la categoría Heroicidad: y ganó.
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